2006-07-09

ALEMANIA 2006: ANÁLISIS DEL FÚTBOL SUDAMERICANO

La fase final de la Copa del Mundo Alemania 2006 demostró que a pesar de ostentar con una camada de jugadores talentosos en Sudamérica, a la hora de definir un mundial, aquellos genuinos atributos no alcanzaron para que un equipo de este lado del mundo se consagrara campeón o marcara grandes diferencias.
Si revisamos a cada uno de los representantes sudamericanos en Alemania 2006, hallamos la respuesta a la inquietud. Es más, casi como con calculadora en mano aún existe vida para el fútbol chileno. Analizemos:
- La Argentina de Pekerman destellaba fútbol pausado de la mano de Riquelme. Atrás quedó la lateralización en velocidad de la propuesta de Marcelo Bielsa en Corea - Japón 2002 y eso quedó demostrado.
Riquelme, el conductor albiceleste tenía la responsabilidad de repetir y superar lo realizado en su equipo el Villarreal de España. Román poco hizo y nos quedamos con las ganas de celebrar sus sutilezas , así como de valorar su parca y sencilla manera de exteriorizar el fútbol.
Pekerman proponía un fútbol sin sorpresa, con excesiva rotación del balón en tres cuartos de cancha y sin vértigo. Lamentablemente el fútbol trasandino sucumbió en cuartos de final ante la potencia germana. Decpeción y el llanto de siempre conmueve de nuestros compatriotas fue el corolario de un argumento conocido cuatro años antes.
- Lo de Brasil fue una tremenda decepción. Ronaldinho y compañía demostraron fatiga y desgano. Con razón la prensa brasileña comentó que la eliminación VerdeAmarella fue el término del spot comercial que tanto lucro significó. En lo futbolístico, el equipo de Parreira, tal como el argentino - pero en mayor medida se vio monótono, cancino y sin capacidad de reacción. En cuartos de final, fueron superados ampliamente por el longevo equipo francés. Zidane, Ribery, Vierá y Henry, fueron determinantes para acabar con la ejemonía del jogo bonito. De tanto repetir el concepto, hoy les agradecemos a los galos que pudieran sacar del idioma futbolero un slogan tan excluyente como pretencioso.
- La selección ecuatoriana fue la sorpresa sudamericana, sin dudas. Sorprendió tanto que cuando mayor ilusión había en su desarrollo, Ecuador demostró falta de planificación y ganas de seguir en el mundial. Los del guayas ganaron en experiencia, despliegue físico y técnica en velocidad. Carecieron de un líder dentro y fuera de la cancha y se vieron sobrepasados en los festejos por la clasificación a segunda ronda. El repetitivo concepto de "Objetivo Logrado", enfatizado por el técnico Luis Fernado Suárez, fue demasiado importante horas previas a la eliminación frente a Alemania. Algo similar a lo que le sucedió a Chile en Francia 98.
- Paraguay llegó a Alemania con el rótulo de selección experimentada en los últimos mundiales. Con una delantera que marcaba presencia física (Haedo Valdés y Roque Santa Cruz) y una defensa sólida (Cáceres y Gamarra), se pensó que los guaraníes podrían dar la gran sorpresa en este mundial. Nada de eso, sucumbieron por la escasez de argumentos y la ausencia de Cardozo fue tan importante como la falta de osadía de su técnico Aníbal Ruíz.
El fútbol sudamericano se vio sobrepasado, absolutamente. La mentada técnica y talento propio no pudieron con el avance en esos términos del fútbol europeo. Porque Pirlo supera a Cambiasso en muchos argumentos. Ribery demostró en este mundial que está varios escalones más arriba que Sorín y Zidane con sus treinta y tantos demostró ganarle la pulseada a Ronaldinho.
Lo positivo de todo esto, es que el avance del fútbol sudamericano no se cuantificó en una abismante diferencia con el fútbol chileno. Aún estamos a tiempo de seguir en competencia en esta parte del mundo, al menos ese es el desafío para los próximos cuatro años.
Salvador López E.