2006-07-24

CRONICAS DE FUTBOL LOCAL: "Ayer fui al Santa Laura".

, ayer fui al Santa Laura, el estadio ese, ¡oyeee! el estadio que está lejos, aparte de lejos, chico y feo pa’ más remate. Llegué empezando el partido de Palestino, que las hacía de local, contra la alicaída Universidad de Chile. Subo por las escaleras oxidadas, oscuras y todas cagadas por las palomas, hasta que siento el rompimiento de gargantas pertenecientes a forofos azules y árabes, apuro el paso y veo la luz, los jugadores en cancha y el canto de la hinchada, pero no veo a nadie en la galería del frente y más me impresioné cuando vi la galería sur que estaba vacía. ¿Y quién grita tanto entonces? ¿ por qué había gente vociferando y alegando afuera ,que no podía entrar?. ¡Claro!, estaba toda la gente apretujada en la galería norte, que de paso, era del “Bulla” y la tribuna estaba dividida entre entusiastas y nostálgicos hinchas de la colonia, mezclada con plumíferos hinchas azules. Todos juntos, pero no revueltos. A pesar de todo, ese estadio se nota que tiene mística, la gente está pegada a la cancha, los jugadores se ven ahí mismo y el árbitro siente en el oído, como un susurro martirizante, los gritos dirigidos a su madre. Pero a pesar de esos detalles nostálgicos, que condimentan con mucho sabor el aburrido fútbol nacional, ¡no! son motivos para permitir que ese estadio siga funcionando y menos con una organización tan mal hecha por la gente de Palestino ayudado por la intendencia, claro está. Sólo dos puertas abiertas para un promedio de 5 mil a 8 mil personas, algo que ya es costumbre y que a muchos molesta. Sí ayer fui al viejo y antiguo Santa Laura, pero de historia y nostalgia no se vive ni se juega.
Nicolás Opazo