CHILE 1 VS COLOMBIA 2

IRREALIDAD al ROJO

Si en la columna anterior expliqué lo que a mi juicio envuelve a nuestro fútbol, tomando someros ejemplos de cómo la farándula se acapara del acontecer de la pelotita, lo vivido esta noche no está muy lejos de lo que propuse, al menos en la forma. Porque más allá de una crítica sobre sistemas tácticos - que en Los 11 Titulares estará expuesto con los matices correspondientes - por momentos nuestros futbolistas se ven inmersos en la irrealidad que mencioné.

(10)Luis Jiménez lleva cerca de dos meses sin fútbol y con una pretemporada en Italia a medias. (14)Jorge Valdivia conoció de un extenso reacondicionamiento físico que lo tuviera al nivel que el Palmeiras requiere.

(8)Matías Fernández y (26)Humberto Suazo transitaron por el letargo durante las primeras fechas en el Clausura y de no mediar las últimas goleadas de Colo Colo se seguiría diciendo qué les pasó a las figuritas de los albos.

(1)Claudio Bravo tiene en su rendimiento en la Real Sociedad al cuestionamiento de la prensa como principal atributo más que las buenas condiciones que lo distinguen.

¿Entónces donde está la irrealidad que abrumó al equipo que saltó esta noche a la cancha del Nacional? En el entorno, en la crítica y en la escasez de ideas de quienes comandan las directrices del fútbol. Eso lamentablemente llega al ánimo, a la propuesta individual y luego se hace colectivo. Si por estos días lo que más se habla es de peleas entre unos y otros, sobre cómo se debió actuar o quien es la verdadera novia de tal futbolista, de qué concentración me hablan. Los futbolistas, al menos los de hoy, son más llanos a participar en lo que sucede que a mantenerse renuentes. Son menos ingenuos y están atentos a lo que se dice de ellos, a la crítica y sobretodo a las alabanzas. Por eso cuando pensamos en juego colectivo aparecen los fantasmas de la abulia, la inseguridad y la falta de gol..

Por ahí más de alguien puede pensar que se sobrevalora el talento y la prensa inmediatamente habla de tridente mágico o de fútbol super ofensivo, cuando no lo hay. Pero tambien debemos entender que tales categorizaciones se entienden en el medio de la irrealidad de la que hablo, por lo mismo mientras estemos viviendo en esta burbuja será más fácil pasar de la decepción al exitismo.

¿Las fórmulas para salir de esto? Dedicarse a lo propio, que Acosta haga lo suyo en Juan Pinto Durán y que semanas antes deje de dar detalles que sólo interesan al morbo, que los futbolistas se alisten para lo que se les requiere en la cancha y no en la farándula y que en general, en la conversación con los amigos tratemos de hablar del deporte, del juego y no de lo que adorna a la actividad. Crítica estética más que apegada al fútbol, una estimación general más que particular.

Salvador López E.