Primer título Internacional, ¡al rojo vivo!
Después del trago amargo de nuestra selección, me pasé de canal y estaba la final de la Copa Libertadores. Un Beira Río a full, que parecía una olla a presión por los ánimos de la hinchada y el juego vertiginoso que propuso Internacional y San Pablo.
Una final de aquellas, de esas que nunca podrás olvidar si la viste y si no, ve la repetición, porque fue simplemente emocionante, tuvo de todo, goles que hacían cantar tempranamente victoria, remontadas del tricolor paulista, expulsiones y toda la adrenalina que pusieron estos dos equipos brasileños. Tanta emoción hubo, que hasta los argentinos, Mariano Closs y Fernando Niembro, relataban y comentaban emocionados por esta final brasilera.
Con el 2 a 2 final se desató el carnaval y la alegría roja, ese Internacional que nunca había levantado una copa Internacional, ahora sí, le tocaba celebrar y desquitarse del Gremio de Porto Alegre que sí había levantado la Libertadores dos veces con anterioridad. Fernandao, el mejor futbolista del partido, definió bien lo que fue la campaña del Inter., un equipo humilde que donde más que individualidades, primó el “espíritu familiar”, como lo definió el delantero y jugador más valioso del partido.
Mención honrosa para el San Pablo, campeón defensor, que de la mano de valiosísimos jugadores como su arquero - goleador y ataja penales- Rogerio Ceni, el contención Lugano, el histórico Junior y el terrible delantero Aloisio; fueron pieza clave para que el “Tricolor” llegara a disputar su segunda final seguida y hacer pasar susto al local hasta el último minuto.
Final al Rojo, pero al rojo furioso de un equipo y un pueblo sediento de gloria. Así es la Copa Libertadores, esa que se ve tan lejana para nuestro fútbol, esa que ojalá algún equipo chileno vuelva a ganar. Por lo pronto, a los que nos gusta el fútbol, disfrutamos viendo la alegría de otros. Salud Internacional de Porto Alegre, ese mismo que algún día tuvo de ídolo indiscutido a nuestro Elías Figueroa. Hasta la próxima Libertadores.
Nicolás Opazo
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